El estrés es una emoción difícil de sobrellevar en tanto que cuando se padece durante un tiempo prolongado también puede somatizarse. Es decir, llega a producir dolores físicos como dolor de cabeza o ciertos problemas digestivos. Además, existen tantas modalidades de estrés diferentes que el abanico es amplio y extenso. Por ejemplo, los expertos ahora hablan de tecnoestrés. Lo padecen, en general, aquellas persnoas que tienen que leer mil correos electrónicos cada día en la oficina, además, tienen que atender las llamadas de teléfono y no pueden desconectar de las máquinas ni de la técnica.
En este artículo encontrarás las claves para reducir el estrés laboral:
1) En primer lugar, tienes que apostar por un estilo de vida sano. Es decir, debes cuidar tu alimentación y apostar por la dieta mediterránea. Por otra parte, también tienes que llevar una vida activa, evitando el sedentarismo de ver en exceso la televisión. Por ello, puedes dar un paseo diario de una hora. Ahora que es verano, el mejor momento para dar un paseo es al final de la tarde, cuando el sol cae, y se respira una magia especial en el ambiente.
2) En otras ocasiones, cuando el estrés se convierte en un problema grave debes de pedir ayuda a tu médico. Tal vez necesites el asesoramiento de un psicólogo, es decir, podrás hacer terapia. En este sentido, existen diferentes escuelas de psicología. Desde mi punto de vista, te recomiendo aquellas escuelas basadas en el humanismo como es el caso de la Logoterapia de Vïctor Frankl o de la resiliencia de Luis Rojas Marcos. Por otra parte, si tienes ganas de aprender sobre temas humanos existen publicaciones impresas que son de calidad como es el caso de la revista Mente Sana o de Psichologies. Publicaciones mensuales que puedes encontrar en los kiokos a muy buen precio.
3) Aprende a relativizar. En general, las personas que sufren un alto grado de estrés son muy exigentes consigo mismas. Es decir, tienen un alto nivel de perfección y quieren hacerlo todo muy bien. Es importante ser flexible, saber delegar, y confiar en los demás. Es decir, fomenta el compañerismo y potencia la comunicación asertiva porque merece la pena aprender a vivir en contacto con los demás. La realidad es que no todas las empresas tienen el mismo espíritu de equipo.
4) La organización del tiempo también es más que necesaria. Es decir, en muchas ocasiones, el problema surge de no saber planificar todo de forma adecuada. De este modo, aquellas personas que dejan todo para hacer en el último momento siempre viven con la sensación de prisa y de nervios en el estómago. Las cosas generalmente se vuelven urgentes por no haberlas hecho a tiempo. Por tanto, dile adiós a la pereza y actúa en el momento exacto.
5) El estrés está vinculado con el pensamiento negativo que te hace ver la realidad de una forma distorsionada. Por ello, tienes que hacer un esfuerzo para valorar de forma adecuada todo lo positivo que tiene tu trabajo. Por ejemplo, puede que tengas un buen horario laboral, tal vez no ganes un gran sueldo pero en cambio, tienes un jefe que es muy humano o también, puede que hayas encontrado buenos amigos entre tus compañeros de trabajo.
6) Haz sesiones de relajación, haz cursos de coaching o de taichí porque eso te ayudará a centrarte en el aquí y en el ahora.
Disfruta y sé feliz en el trabajo. En caso de que estés muy descontento puedes plantearte un cambio de empleo. Intenta disfrutar con tu trabajo. Se trata de un objetivo alcanzable a corto plazo si te lo propones.
Imagen: Psicología y autoayuda
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